mi historia
El pan elaborado diariamente siguiendo las recetas tradicionales que aprendimos de nuestros padres y abuelos, con la misma dedicación y cuidado con los que siempre hemos alimentado a nuestros vecinos de la Sierra de Guadarrama".
"Pero los tiempos cambian y nos animan a incorporar nuevos productos de confitería y pastelería con la misma calidad artesanal de todo lo que hacemos"
DESDE 1910
No hay constancia del año en que inició el negocio de la panadería, creemos que fue entre los años 1.910 a 1.915 aproximadamente basándonos en lo que nos han contado nuestros antecesores.
La fundó D. Deogracias Antón Bravo, no como trabajador activo, sino como negocio con sus trabajadores panaderos y repartidores.
Seguidamente lo heredo su hijo D. Domingo Antón Herrero, quien se hizo cargo del negocio trabajando como panadero; hasta el año 1.975, en que pasó a su hijo a José Mª Antón Navas quien estuvo hasta el año 1.982, en el cual se hace cargo su hermano Luis Carlos Antón Navas.
En la actualidad quien rige el negocio es su sobrino, Miguel Ángel Antón Fernánadez.
Los primeros años el horno era de tipo romano, con solera de mosaico, empleando como medio de cocción la leña. Como anécdota comentar que en aquellos años los repartos de pan se hacían en dos turnos a pie con cestos de mimbre. Una a primera hora de la mañana y el otro al mediodía. Se utilizaban gabillas de retama, cambroños… A principios de los años 80, debido a la evolución y el aumento de la producción, se cambió por un horno de leña giratorio; el cual mantuvimos hasta casi los 90 en el que ya pasamos al horno actual.
Mencionar que el despacho actual en la Plaza de la Iglesia se abrió en los 80, anteriormente estaba situado en la Plaza del Juego de la Pelota, regentado por Doña Carola... ¿Quién no ha ido a por el pan donde la abuela Carola?
En fiestas la clientela se acercaba a la tahona a elaborar los productos típicos del momento, asado navideño, tortas de anís, magdalenas en semana santa, bollos mantecados, torta de chicharrones...
En el transcurso de todos estos años hemos pasado del reparto a pie, seguidamente con animales, bicicletas y motocicletas hasta llegar hoy en día que se realiza con furgonetas; siendo de los pocos pueblos de la Comunidad de Madrid donde se sigue haciendo el reparto del pan a domicilio.